viernes, 11 de enero de 2013

El silencio incontenible de los zapatistas





“Se fueron los monos blancos, se fueron los solidarios europeos, latinos, asiáticos, africanos de los primeros días del levantamiento zapatista; se fueron los perredistas, se fueron los de la izquierda “políticamente correcta”, éstos se fueron a votar por cambiar el sistema desde dentro, dejaron a los zapatistas “solos”, en el silencio, los dieron por muertos. Era la izquierda partidista, la izquierda del sistema, los acólitos de las elecciones, la izquierda bonita, pues, la que le gusta oler tulipanes rojos y contar billetes verdes desde la comodidad de los puestos de “elección popular”; nos quedamos los desarrapados, los radicales, los 132, los macheteros, los cheranenses, los de las policías comunitarias, los de las normales rurales, los de La Otra Campaña, los que nunca dejamos sólos al silencio y los que nos empeñamos en tejer fantasías desde los territorios de los ideales revolucionarios, pues; y el silencio siguió creciendo, fortaleciéndose en las barricadas de la organización y en las comunas de la resistencia, y el silencio se hizo grande, tan grande que se fotaleció en Atenco, en Cherán, en la APPO, en Ostula, en Acteal, en Aguas Blancas, en el Charco, en el Bosque, en Wirikuta, en las universidades públicas y también privadas, en el Zócalo y en el Monumento a la revolución, y en tantos lugares, y estalló el silencio como un movimiento telúrico en las calles de Ocosingo, en San Cristóbal, en Las Margaritas, en las montañas de Chiapas, y ahora no hay nadie que calle ese silencio, porque los nadies, los más pequeños, los olvidados, los marginados, el leperaje, la plebe, la pueblada, ha recibido una bocanada de aire fresco con el silencio incontenible de los zapatistas.”

http://todos-somos-marcos.tumblr.com/

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