Durante los últimos días he escuchado a muchos de los que no secundaron la huelga dar todo tipo de explicaciones para justificarse, la mayoría de las veces con argumentos prefabricados que son repetidos automáticamente sin saber muy bien lo que realmente significan. Por supuesto hay honrosas excepciones y aquellos que son capaces de cuestionar el discurso machacón del sistema no deben de sentirse aludidos por mis palabras.
Si esta huelga general ha servido para algo es para demostrar con claridad lo que algunos autores han denominan como "el triunfo de la Sociedad de la Ignorancia". La ignorancia está plenamente establecida en nuestro entorno, se muestra en público de forma orgullosa y rechaza con descaro cualquier atisbo de inteligencia, razonamiento o análisis.
Lo he visto y lo he sufrido. He tenido que soportar insultos y burlas. Ataques extremadamente duros que algunos personas me han lanzado cuando se les agotaba los argumentos o eran conscientes de lo endeble de sus posturas (reconozco que esos insultos me afectan y aunque intento ubicarlos en el ámbito que les corresponde no dejan de producirme un enorme malestar y tristeza).
Esta ignorancia orgullosa de la que hablo, se ha convertido en el elemento más representativo de nuestra sociedad y constituye uno de los obstaculos más dificiles de sortear en el esfuerzo por construir un mundo más justo y habitable.
Esta sociedad de capitalismo salvaje y aparente confort sólo es posible de mantener con el empuje de una gigantesca masa consumista, ignorante y pasiva, que en su hedonismo sólo perpetua la injusticia social y nos lanza irremediablemente al abismo.
Humildemente he ido trayendo textos y artículos de personas que a mi juicio tienen la preparación y la capacidad para expresar infinitamente mejor que yo las razones para la movilización ciudadana, el descontento social y las causas que nos han llevado a esta crisis injusta e inmoral que están pagando los más desprotegidos. Como siempre os invito a visitar la páginas de ATTAC, o el blog de Juan Torres, Vicent Navarro y Carlos Martínez.
La justicia social no es un concepto que se tenga que explicar, todo ser humano es capaz de entender su significado y es lo que quiere y desea para sus iguales, para su familia, para sus amigos. Todo aquel que se haya encontrado en una situación de manifiesta injusticia es capaz de percibir la transcendencia de su significado, lo mismo que todo aquel que ha amado es capaz de reconocer el amor.
Ignorar nuestra responsabilidad como individuos sólo nos conduce al desastre y en último termino a la disolución de todos los valores que en definitiva hablan de lo mejor del ser humano.
Lo verdaderamente lamentable es ver como la mayoría de la población prefiere las cadenas que lo esclavizan, igual que el conejo que no se atreve a salir de su jaula o el esclavo que prefiere la aparente seguridad de la plantación.
Malos tiempos, muy malos...
Foto El País. Séptima huelga general en Grecia. En la camiseta se puede leer "Este país no es propiedad de 300 -en referencia a los diputados-, sino de 10 millones de griegos"
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