domingo, 5 de diciembre de 2010

Las diminutas esculturas de Isaac Cordal. Cement eclipses









Si estas paseando por Londres, abre bien los ojos porque puedes encontrarte con estos diminutos hombrecillos de cementos. Si tienes la fortuna de convertirte en espectador involuntario de las instalaciones efímeras de Cordal, podrás convertirte también, si así lo deseas, en el nuevo propietario de la pieza.

Las piezas de 25 cm aproximadamente se camuflan en la ciudad transformandose en parte del mobiliario. Escenas irónicas, críticas y desconcertantes, desde luego poéticas, que son una especie de regalo inesperado. Una invitación a la reflexión sobre el espacio urbano y la tensión que provoca en el ser humano.

Más información en su web.

2 comentarios:

  1. Un magnífico blog (¡enhorabuena!) y esta última entrada, genial.
    Saludos.

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  2. Gracias Albert por tu comentario y por descubrirme tu blog "Transeúnte en pos del Norte". Lo visitaré con calma. Un saludo.

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