No soy una persona especialmente valiente y, a veces, me resulta muy complicado luchar contra la adversidad, a pesar que de pequeño se me quedo grabada con fuego la frase: "En la resignación no reside la sabiduría".
En determinadas ocasiones me dejo llevar por mi frustración y protesto y protesto sin hacer realmente nada para cambiar las cosas, aunque en mi fuero interno se que esa no es la solución.
Se muy bien que la mayoría de las veces un cambio de actitud es suficiente para modificar notablemente las cosas..., pero que difícil resulta cuando uno siente que lo tiene todo en contra, por qué molestarse si nada va a cambiar...
He visto este vídeo casualmente, no sé quien es el autor ni para qué lo ha realizado, sé también que su ejecución es tramposa y juega con cierta sensiblería barata para conseguir su objetivo, pero todo eso no le quita un ápice de verdad a lo que plantea.
Si somos capaces de dejar a un lado nuestra frustración y actuamos dirigiendo nuestra atención hacia el problema, sin importarnos ni pensar en el fracaso, una corriente enormemente contagiosa se transmite a los demás y, entonces, sólo entonces, las cosas pueden ser de otra manera.
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