



El fotógrafo Robert Bentley Harrison nos muestra la otra belleza, la de los rostros arrugados por la vida y la experiencia.
En una sociedad que se empeña en ocultar la vejez de forma ridícula, que cree que lo único válido es la juventud, que esconde a sus mayores como si la sabiduría y memoria no tuvieran valor, y que idolatra el mundo vacío de la moda, la imagen y las apariencias, las fotos de R. B. Harrison son una corriente de aire fresco. Una lección para todos.
Más fotos aquí: The Extraordinary
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