Rafael Badia nos muestra en su blog "
Días prosaicos" que imagen y palabra no están reñidas, nunca lo estuvieron. Un lugar en donde las fronteras entre fotografías y versos (versos y fotografías) se ha diluido para dejar paso a un caudal pausado de emociones y sentimientos.
Redescubro el trabajo de Rafa después de algunos años de haberle perdido la pista, y también, con agrado, la familiaridad y complicidad de un pasado común.
Os animo a que os perdáis entre sus páginas.
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Calle 35
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