El fin de semana pasado empezamos a recoger nuestras primeras verduras ecológicas, acelgas, lechugas, habas, rúcula y espinacas. Ni decir tiene que cualquier similitud con lo que nos comemos del supermecado es mera coincidencia.
Es como un milagro. Me pregunto por qué en este país no se aprovecha cada centímetro de tierra, cada parcela o cada solar vacío en la ciudad.
Estamos pensando seriamente en tomar algún terreno de los que están abandonados al lado de casa. La tierra para el que la trabaja ¿no?
Por cierto, nuestros pequeños avances son gracias a David y Alicia, responsables de Cultivalia.
Que ganas tengo de empezar con la temporada de verano, aunque hoy he realizado el semillero de Pimientos.
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