Bueno, qué más da!! Se que poner esta canción de
Nirvana después de veinte años puede resultar fuera de lugar, pero la voz rasgada y apenas contenida de
Kurt Cobain hoy me sacude por dentro. Un mal presagio con los tiempos que corren. El vértigo de la música y el miedo a no poder controlar el torrente de emociones. Dedicado a mi otro hermano, Manolo.
Amen hermano.
ResponderEliminarManu
Lo dicho, quizás en el fondo la música me intimida porque siento que algo muy visceral y primitivo se moviliza en mí, y eso me asusta. En fin..., nadie es perfecto!!
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