Efectivamente los sucesos de estos días en El Aaiún son intolerables. El pueblo saharaui no se merece la respuesta hipócrita del Gobierno de España, no se merece los 35 años de conflicto; el exilio, la ocupación, la pasividad de la comunidad internacional.
El pueblo saharaui no se merece la invasión de Marruecos, ni que el referéndum para la independencia del Sáhara prometido por la ONU continúe sin celebrarse y, mucho menos, que España no cumpla su compromiso de descolonización.
La reacción del Gobierno de Zapatero, a raíz de los acontecimientos sucedidos en el campamento de Agdam Izik, ubicado en la ciudad de El Aaiún, ha sido vergonzosa. El silencio guardado estos días por el Gobierno es intolerable, sobre todo cuando se expresa públicamente que ese silencio es para defender los intereses de España ¿a que intereses se refiere? ¿a los fosfatos del Sahara Occidental? ¿a el banco pesquero saharaui? ¿a la mano de obra barata?
Qué ha pasado con la defensa de los derechos humanos, con la libertad, con nuestro compromiso con la democracia, dónde está la solidaridad y todo aquello que decimos defender.
Efectivamente no se pueden mantener posturas ambiguas, lo ocurrido en El Aaiún es intolerable y el Gobierno de España es cómplice.
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